Leí este libro ya hace algún tiempo, en mi afán de documentarme sobre la historia de la ciudad de Nueva York. Además de la literatura de viajes, otro género que permite conocer una ciudad, en todos sus aspectos, es el periodismo de no ficción. Algunas obras de este género, se desprendieron de la pluma de Tom Wolfe, Gabo, Rodolfo Walsh, Truman Capote, entre otros y otras. Las generaciones siguientes, traerían al periodismo de no ficción, mayor diversidad en los temas abordados, con Gabriela Wiener y Leila Guerriero. Estas son algunas y algunos autores que he leído, pero pueden encontrar mucho más ya que, la producción escrita en este sentido ha sido un campo de cultivo muy creativo y transformativo.

Puente Verrazano

«El Puente» aborda la construcción del puente Verrazano entre Staten Island y Brooklyn, Nueva York. Un tema que, si no nos gusta la ingeniería o infraestructuras de una ciudad, podría resultar aburrido. Gay Talese, en El Puente, abre la caja de Pandora, mostrando las complicadas situaciones y relaciones sociales que se vivieron en el proceso de construcción de esta infraestructura para conectar dos territorios.

Construcción del Puente Verrazano

A través de las páginas de esta investigación periodística, se encuentran los aspectos más invisibilizados de la construcción de infraestructuras. Como, En el proceso inicial de construcción se adentra en la lucha de los barrios de la costa, que fueron destruidos para construir los pilares del puente. Las fases de trabajo, a través de las frágiles condiciones laborales que tenían los obreros, desde una mirada cotidiana. A nivel macro, se transmite en el texto el ambicioso plan de infraestructuras de Nueva York en los años 60′, a cargo de Robert Moses. De principio a fin, se aborda el boom de la construcción de puentes en Estados Unidos, y como éste proceso transformó el país, evolucionando en algunas áreas e involucionando en otras.

Gay Talese

Uno de los pasajes que me emocionó, fue cuándo narra cómo era la dura vida de los nativos américanos que trabajaban en la construcción del Puente. Todos residían en las reservas, a las que el imperialismo estadounidense desplazó y expropió el resto de territorios en dos siglos de historia. Para conseguir sustento, la mayoría empezó a trabajar en las grandes construcciones. Los contrataban por una peculiar característica, no tenían miedo a las alturas o las oscuras profundidades. Trabajaban por temporadas y por proyectos de construcción, en puentes, rascacielos, tuneles, subterraneos, etc. Fue la primera vez de todas mis lecturas sobre la historia de Nueva York, que se nombraba a los obreros indígenas. Se visibiliza el trabajo de inmigrantes irlandeses, alemanes, escoces, italianos, en menor medida, afroamericanos, latinos y, casi nunca, a nativos de estas tierras. Gay Galese, sólo por ese reconocimiento y visibilidad de las poblaciones nativas, merece ser leído.

Vistas al puente

  • El Puente Verrazano se puede ver desde varios puntos en el sur de Nueva York. Por ejemplo, desde: Staten Island, Governor Island, costa de Brooklyn y Battery Park en Manhattan.
  • En el paseo por el Bajo Manhattan con la historia de las migraciones, abordo el trabajo de las personas inmigrantes en estas construcciones y, visibilizo, también, las poblaciones nativas.
  • Otro paseo recomendado para conocer las huellas de la población nativa de Manhattan, es con el paseo La bohemia, por Greenwich Village.

Créditos

Las fotos del artículo son de la base fotográfica de New York Parks y Wikimedia Commons.

Paseos que realizamos sobre la historia social en Nueva York

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