El derecho al voto

Este agosto de 2020, se celebra un siglo desde que las mujeres (blancas) consiguieron el derecho a voto en las elecciones de Estados Unidos. Hace dos años se celebró en Inglaterra, donde, también, pude participar de las celebraciones. Sin embargo, estos dos países, de los cuales tanto se visibiliza su historia sufragista femenina, no fueron los primeros y, a nivel de universidad de voto, Estados Unidos aún no tiene un sufragio universal como en la mayoría de países civilizados. Además, en los últimos meses, con la actual crisis que domina todas las áreas de la vida y entrama un caos gubernamental decadente, se ha puesto en duda, aún más, la vía democrática de elección de representantes de la sociedad en el gobierno.

El voto de la diversidad

En este año especial de recordatorio de las luchas de las sufragistas de todas las clases sociales y razas, que sólo consiguieron el voto para unas en aquella ocasión, los miedos a que retrasen o cancelen las próximas elecciones por orden del actual presidente, están in crescendo. Por ello, el post de este mes en la sección de biografías, se centra en homenajear la vida y el activismo de una mujer Sioux, llamada Zitkala-Sa. Tuvo otro nombre anglosajón, pero en este artículo me voy a referir a ella como Zitkala-Sa, su nombre de tribu.

El nombre Zitkala-Sa en la lengua lakota, quiere decir pájaro rojo, se referían así, al Cardenal. Su vida abarcó de 1876 a 1938, un tiempo de intensas protestas sociales en la región de América del Norte. Las naciones indígenas que vieron mermado su territorio por el colonialismo inglés, francés, español y holandés, sufrían, un segundo arrebato a su soberanía tras la Independencia de Estados Unidos, a cargo de descendientes de esos colonos. La usurpación de territorio no fue la única injusticia, hubo más y hasta el día de hoy, las naciones indígenas sufren el acoso, robo y violencia de la clase blanca y con poder de Estados Unidos. Algo a todas luces indignante y aberrante, que siga ocurriendo, son hechos invisibles para el resto de la población estadounidense.

Uno de los numerosos Club de mujeres de Estados Unidos, en Rhode Island 1899.

Organización de la comunidad

Para mujeres indígenas y afroamericanas, la lucha no se concentraba sólo en exigir el derecho al voto, había muchos otros aspectos de la vida y sus comunidades, por las que fueron organizándose. Una de esas formas de organización fueron los Clubes de Mujeres. Congregación de mujeres que tenía por lema We look for unity, but unity in diversity (buscamos unidad, pero unida en la diversidad). Mujeres como Zitkala-Sa, participaron de lo Clubes de Mujeres, donde a través del voluntariado, realizaban debates y acciones que les permitían difundir las ideas para crear un red de lucha por los derechos civiles de todas ellas.

Acciones

La vida de Zitkala-Sa, estuvo dedicada a la defensa de derechos de las mujeres indígenas y, también, de la cultura nativa. Se desempeño en el trabajo artístico y académico, creando obras que pueden consultarse hoy en día en recursos de Dominio Público. Una de las causas en las que se centró, fue el mantener viva las lenguas indígenas, exigiendo que en las escuelas que fueran niños y niñas de origen indígena se impartieran las clases en la lengua de la que eran origen. En esa línea, trabajo en la investigación y difusión de la historia de los pueblos nativos y lo reflejó en varios libros que, se pueden conseguir hoy en día. Uno de esos libros es «Cuentos y leyendas de la población Sioux», que se encuentra traducido a varios idiomas.

Legado activista

Después de medio siglo de lucha, Zitkala-Sa, dirigió una campaña de registro de votantes entre la población nativa américana en 1924. Gracias a esta campaña de la NCAI (Congreso Nacional de Indígenas Estadounidenses), muchas personas nativas pudieron votar en el futuro. Pero, la concesión de ese derecho fue parte de una decisión gubernamental estratégica. A aquellas personas nativas que se inscribieran las hicieron ciudadanas estadounidenses, y el derecho de voto, sólo podía efectuarse si dejaban de residir en las Reservas de territorio nativo. Por otra parte, aquellas personas que decidieran continuar viviendo en las reservas, no se les concedió la ciudadanía, ni tampoco el voto para decidir sobre las elecciones locales o estatales. Cuando ambas representaciones políticas siempre toman decisiones unilaterales sobre los territorios indígenas.

Si bien el voto de las personas que viven en los territorios de las Naciones Indígenas, todavía, sí, todavía, sigue siendo un camino lleno de obstáculos. El Gobierno de Estados Unidos, desde su fundación, ha atropellando de forma continua y constante los derechos de las personas nativas, expropiando sus tierras y su legado cultural. Algo por lo que luchó Zitkala-Sa y la comunidad indígena, pudo conseguirse en el gobierno de Franklin D. Roosevelt, a tan sólo cuatro años de que Zitkala-Sa falleciera. El «Nuevo acuerdo Indio», fue una ley que alentaba a las tribus a restaurar y crear un autogobierno con modelo representativo. También devolvió a nativos americanos, el poder administrativo de sus tierras.

Créditos

Las fotos del artículo son de la base fotográfica de dominio público Wikimedia Commons.

Paseos que realizamos sobre la historia social en Nueva York

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