El trabajo de las mujeres en los centros de operaciones estratégicas durante la Segunda Guerra Mundial.
La ubicación del Centro de operaciones
Bletchley Park albergó durante la Segunda Guerra Mundial, el centro de operaciones para descifrar el código de comunicaciones alemán, italiano y japones. En mayo de 1938, el Almirante Sir Hugh Sinclair del Servicio de Inteligencia Británica (MI6) compró este terreno, con todo lo que había en él, para crear el Centro de Operaciones. Era un sitio perfecto para instalar un lugar para trabajar en las actividades secretas del Gobierno durante la guerra.
La ubicación, fue estratégicamente elegida. Uno de los puntos a favor del emplazamiento, era el de estar conectado con vía de tren a Londres. La estación de tren se encuentra a tan sólo unos pasos. Otro era el ser prácticamente desconocido por la sociedad. El primer registro conocido de la mansión y jardines, es de 1711 en un libro llamado «Domesday Book», un archivo similar a un censo, iniciado en el reinado de Guillermo I de Inglaterra (circa. 1086). Este libro de registros de propiedad La última vez nombrado fue en 1877. En ese registro se hacía mención a quién había adquirido la propiedad y la decisión de convertir parte del terreno en una granja. Desde 1938 hasta 1975, el literalmente fue borrado del mapa. El misterio y enigma envolvieron el lugar desde el comienzo.
Creación del equipo de trabajo para descifrar código
Poco antes del comienzo de la Guerra, los servicios de inteligencia ya estaban preparando sus estrategias de espionaje. El periodo entre guerras, no fue un tiempo de paz. Las tensiones, estallidos sociales y auges fascistas, entre otros factores, fueron in crescento. En 1938, se empezaron a crear las instalaciones en Bletchley, tras la compra del predio.
El próximo paso sería reclutar al personal. Una tarea que al principio, tenía una premisa definida, se llamaría bajo secreto de sumario a matemáticos y físicos, para trabajar con las máquinas de desciframiento de código. Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, muchos hombres fueron destinados al frente. El ingreso de más personal, se detuvo. Sin embargo, la necesidad para trabajar en el Centro era mayor, ya que se lograba desarticular varias estrategias de guerra de los bandos alemanes e italianos, descifrando sus comunicaciones.
Con el desarrollo de la Guerra, hubo un cambio social importante. La población en Inglaterra que no estaba en el frente, eran las mujeres. De parte del Gobierno, tuvieron que adaptarse (a regañadientes) a esa situación. Tuvieron que aceptar y cambiar las estrategias de reclutamiento para todo tipo de tareas, ya sea las de funcionamiento cotidiano, como para tareas de las operaciones bélicas.
Las operaciones estuvieron bajo la coordinación de varios matemáticos y físicos, entre ellos Alan Turín y Dillwyn Knox, que tenían sus apartamentos en los establos de la Mansión de Bletchley. Todos los científicos reclutados eran de las Universidades de Oxford y Cambridge. Era necesaria una cantidad mayor de trabajadores, por lo que, en el transcurso de la guerra, decidieron reclutar en un principio a mujeres matemáticas y físicas. Eso no quedó allí, se necesitaba más y más gente para trabajar en las máquinas. Para mantener el proyecto en secreto, los directores lanzaron una iniciativa a través de los periódicos, publicando competencias de crucigramas. Quienes descifraron los crucigramas, fueron mujeres, que después de un periodo de entrevistas, comenzaron a trabajar en secreto para el MI6 en Bletchley Park.
Muchas mujeres entraron a trabajar en los distintos departamentos criptográficos. Trabajaron, sin conocerse, compartimentadas en departamentos que funcionaban en grandes barracas, focalizadas en su tarea, y en pleno anonimato. El trabajo de las mujeres en Bletchley, fue desconocido hasta casi fin de siglo XX.
Los resultados del trabajo en Bletchley Park
El más importante e inmediato resultado fue que gracias a todas las comunicaciones descifradas, lograron acortar la guerra dos años, según la mayoría de historiadores e historiadoras. El otro resultado sería un importante avance e innovación a nivel tecnológico. Logrado, gracias al trabajo de mujeres que, descubrieron patrones, descifraron códigos, realizaban traducciones, transcribían fragmentos, etc. En Bletchley Park, las mujeres fueron la mayoría de personal contratado, un 75% de la plantilla. Durante décadas, no se visibilizó esta gran labor. Hoy, podemos conocer la historia de la tecnología de la información y quiénes fueron las personas que impulsaron y pensaron esta innovación, de lo que actualmente utilizamos a diario, las computadoras.
Conoce la historia visitando Bletchley Park
Un poco más allá del Aeropuerto de Luton, se encuentra el centro de operaciones de Bletchley. Conocer cómo se desarrolló el trabajo en Bletchley, caminando libremente por las instalaciones del Centro de Operaciones del MI6, es una oportunidad única. Cada rincón del gran Museo que es Bletchley Park, esta ambientado en la época y tiene recursos didácticos, las personas que lo visitan pueden transportarse al pasado. Los Fondos de Conservación y Patrimonio Británico, apuestan por la innovación museológica, generando experiencias educativas para el conocimiento histórico de una forma vivencial y disfrutable.
Mapa de las instalaciones en Bletchley Park
Créditos
Las imágenes se encuentran en Wikipedia de fuentes institucionales británicas y fotógrafos que compartieron las imágenes con licencias libres.
Gracias al equipo de profesionales del Museo, que hacen excelentes visitas guiadas, muestran la historia con actividades didácticas y adecúan las instalaciones para que vivir la experiencia como si se viajara al pasado. https://bletchleypark.org.uk/