En el sur de Uruguay, bordeada por el Río de la Plata, se encuentra la capital del país. A través de sus calles adoquinadas y sus edificios, se puede observar las distintas etapas históricas del territorio oriental.
La puerta de entrada para conocer Uruguay es Montevideo. Y la llave de la ciudad se encuentra en el barrio de Ciudad Vieja. Recorrerla a pie es un paseo precioso y que no lleva mucho tiempo. Aquí les ofrezco un itinerario sencillo con datos históricos de los edificios y lugares más emblemáticos de la ciudad.
Plaza Independencia
Empecemos por la culminación de lo que le llaman el Centro. La Plaza Independencia, se encuentra en el espacio que ocupaba la Ciudadela de Montevideo. Alberga en su centro el monumento y mausoleo al Gral. José Gervasio Artigas, quien iniciará la Revolución por la Independencia en Uruguay. La plaza es donde culmina la Avenida 18 de Julio, fue diseñada por el arquitecto Carlo Zucchi en 1837, en un plan de reordenamineto y ampliación de la ciudad. La plaza esta ornamentada con 33 palmeras, en homenaje a los Treinta y Tres Orientales participantes de la Cruzada Libertadora por la Independencia.
Desde el centro de la Plaza Independencia mirando hacía el este, se puede apreciar un hermoso edificio con una arquitectura fantástica, el Palacio Salvo.
Palacio Salvo
La construcción fue impulsada por los hermanos Ángel, José y Lorenzo Salvo. Inmigrantes italianos que fueron a Uruguay, movilizados por tantos otros que se hicieron a la mar con una idea que recorría todo Europa en aquel momento, en América se vive mejor. Como un ciclo, ahora se repite la misma historia pero a la inversa. El diseño fantástico, de estilo Art Déco ecléctico y con decoraciones inspiradas en el libro de Dante Aliglieri «La Divina Comedia», Mario Palanti inauguró su obra el 12 de octubre de 1928, durante unos años fue la torre más alta de Latinoamérica. Antes del Palacio Salvo, allí se encontraba la Confitería La Giralda, donde se tocó por primera vez La Cumparsita de Gerardo Matos Rodríguez. Actualmente, en la primer planta del Salvo se encuentra el Museo dedicado a la historia del Tango en Montevideo.
Portón de la Ciudadela
Desde el centro de la Plaza Independencia, vamos a empezar a caminar en dirección contraria al Palacio Salvo, atravesaremos lo que se le llama el Portón de la Ciudadela. En 1877, demolieron las murallas de la ciudad y lo que se conservó fue la puerta de entrada, o salida de la ciudad. La Ciudadela era una formidable fortificación de piedra, tenía una plaza de armas rodeada de murallas con muros de granito y cuatro fortalezas. Era la edificación de defensa del Montevideo colonial. Bajo la tierra permanecen, sellados, algunos de los túneles que comunicaban la Ciudadela con las fortificaciones cercanas, que se utilizaron como vía de escape en caso de ataque y para vigilar la presencia cercana de ingleses y portugueses.
Por este portón de entrada, nos sumergimos en la Ciudad Vieja a través del Paseo Sarandí.
Paseo Sarandí
“Sarandí” es una palabra de origen guaraní para denominar los arbustos que crecen en las orillas de los ríos. En Uruguay, se puede encontrar mucha toponimia de origen guaraní. El Paseo Sarandí, es la columna vertebral del barrio, y también, es la conexión entre el continente a la punta de la ciudad rodeada de agua. El pasear por esta calle, es un habito montevideano con siglos de tradición. En la época de la colonia y posterior independencia, caminar por aquí, era uno de los paseos preferidos por las familias tradicionales, ya que aseguraba ver y ser visto, todo un acontecimiento social de la época. Antes de 1825, la calle no tenía este nombre, se llamaba San Carlos. Por alguna razón desconocida, tras ese año, pasó a llamarse Sarandí.
Museo Torres García
Joaquín Torres García, fue uno de los pintores contemporáneos más importantes de Uruguay. Y su estilo el constructivismo, impregna las calles montevideanas con sus formas simples y simbólicas. Tras su muerte, en 1986 se creó la Fundación Torres García, presidida por Manolita Piña, viuda del artista y sus hijos. A través de un convenio entre la Generalitat de Catalunya y el Estado Uruguayo fue posible abrir las puertas del museo. Se encuentra en el edificio de cinco pisos de estilo art déco sobre la Peatonal Sarandí. Este edificio fue, en los años dorados de Montevideo, la famosa Casa Broqua & Scholberg, uno de los mayores bazares de la época.
Entrada al Museo $ 170 Visitantes y $ 100 Residentes en Uruguay presentando cédula de identidad. Ingreso gratuito: Miércoles. Solo para residentes.
Librería Puro Verso
Pasado el Museo Torres Garcia, nos encontraremos con una librería de esas que da gusto perderse. Primero veremos la fachada de un hermoso edificio estilo Art Deco. Luego en el suelo de baldosas de las entradas encontraremos el nombre «Óptica Pablo Ferrando». Al abrir las puertas antiguas, se encuentra la librería Puro Verso. No fue siempre una librería, si no, que se inauguró como Óptica. El edificio forma parte del Patrimonio Nacional de Uruguay. Una de las antigüedades, de las muchas que conserva la Librería, es el antiguo ascensor, posiblemente, el primero que se instaló en Montevideo y que continúa funcionando a la perfección.
Plaza Matriz
Continuando por el Paseo Sarandí, llegaremos a la primera plaza de la Ciudad Vieja y Montevideo. Este predio fue, desde 1726, la Plaza Mayor de la Ciudad Fortaleza de San Felipe y Santiago de Montevideo, así llamaron los españoles a la ciudad. En la antigua ciudad colonial y en las primeras décadas de la independencia, esta plaza era el centro de la vida ciudadana. Aquí se encontraba el que fuera el centro del poder colonial con el Cabildo, y a la Iglesia Matriz (Catedral Metropolitana).
Cabildo
Giramos a la derecha por la plaza Matriz, y podemos entrar en el Cabildo de Montevideo. Edificio que fue protagonista de los acontecimientos políticos, sociales y culturales más importantes de la historia uruguaya. La construcción actual, data de 1804. Actualmente en el edificio funciona el Museo Histórico Cabildo, con entrada gratuita. Sus salas albergan la antigua decoración, como la sala de la Asamblea Constituyente. En la planta baja y primera, pueden encontrar exposiciones históricas y artísticas.
Iglesia Matriz
A la salida del Cabildo, atravesamos la Plaza Matriz y llegamos a la Iglesia del mismo nombre. La primera construcción de la Iglesia data de la epoca colonial en 1740. Tras varias construcciones desestimadas, se llega al año 1804, el mismo que el del Cabildo, y se inaugura el edificio actual. Varias personalidades claves en la historia de Uruguay, están inhumadas dentro de los muros de este templo. Se puede entrar y ver como, a diferencia de otras Iglesias en las que a los costados se encuentran altares a los Santos, aquí se verán los nombres de presidentes y militares.
Plaza Zabala
Reemprendemos el camino por el Paseo Sarandi y continuaremos por varias cuadras, como se dice en Uruguay a las manzanas o bloques, para contar la distancia. Al girar por la calle Alzaibar, encontraremos la Plaza Zabala. El espíritu Belle Epoque, se encuentra concentrado en esta zona. Para el diseño de la plaza la Dirección de Paseos de la Intendencia de Montevideo creada en 1889, encargó a un paisajista francés los planos de esta plaza, Edouard André. Antes de esta preciosa plaza se encontraba un el Fuerte Grande, primer edificio de la ciudad y que dio la forma a la plaza.
Palacio Taranco
Continuando por la plaza, vamos a encontrar la parte trasera del Palacio Taranco, que ocupa la manzana donde se ubicó en la época colonial la Casa de Comedias, el primer teatro que existió en Montevideo. El Palacio Taranco, al igual que el Salvo, fue una obra pagada por los hermanos Taranco que llegaron a finales del siglo XIX, para residencia personal. La familia vivió aquí hasta 1940. En 1943 el Estado adquirió la propiedad junto con todo el mobiliario. En 1972, se nombró como Museo de Artes Decorativas. La entrada al Museo es gratuita y todas las salas, incluyendo habitaciones privadas, cocina y baños, son un placer visual que te transporta en el tiempo.
Mercado del Puerto
Por último, llegamos a uno de los lugares más tradicionales y destacados en la cultura montevideana. El 10 de octubre de 1868, se inauguraba el Mercado del Puerto. Donde se concentran los negocios más tradicionales y la esencia del Puerto, al cual arribaron tantos migrantes que formaron la sociedad uruguaya. La construcción fue encargada al Ingeniero Mesures y el constructor Eugenio Penot. Mesures, viajó a las fundiciones metálicas de Liverpool, para luego traer el material a Montevideo junto con los primeros herreros oficiales para dirigir la obra. La obra llevó sólo tres años en construirse. El fin de aquella europea arquitectura, fue la de ser el mercado proveedor de frutas, verduras y carnes a los buques que llegaban a la bahía montevideana. También era, donde familias adineradas como los Taranco, que levantaron sus mansiones en los alrededores, compraban sus alimentos allí. El Mercado con el pasar de los años se fue reconvirtiendo en locales de comidas y tragos.
Bajo este techo, estuvieron tomándose algo juntos Carlos Gardel y Enrico Caruso. José Enrique Rodó, se tomaba su copita en una tacita de café. Y, Pedro Figari retrató varias escenas en sus pinturas. Aquel Montevideo dejó paso a otro, más independiente, más alejado de Europa y más conectado con América, lo que no cambió fue su espíritu artístico e innovador.
Créditos
Las imágenes son propias y tienen licencia creative commons. Las fuentes son: «Boulevard Sarandí» Milton Schinca, «Montevideo, la bella durmiente» Magdalena Martínez Vial, bibliografía de Daniel Vidart, Blogs de turismo de Uruguay, Wikipedia.